MISIÓN La misión de departamento de Ministerio Infantil es fomentar en los niños una relación de amor y servicio con Jesús.
VISIÓN Cada niño del cuerpo de Cristo preparado para el reino de Dios.
LOS OBJETIVOS DEL MINISTERIO INFANTIL Incrementar
el alcance de la atención a los niños adventistas. Ayudar a los niños
para que se sientan valorados e incluidos en el ministerio
de la iglesia. Incrementar la atención de la iglesia a los niños no
adventistas. Educar a los jóvenes y adultos para trabajar eficientemente
con los niños.
Sensibilizar a la iglesia hacia las necesidades y el potencial del
Ministerio Infantil. Ayudar a los adultos para que se interesen en los
niños de la iglesia, la comunidad y el mundo. Desarrollar
y promover materiales con fundamento bíblico que se utilicen para
enseñar a los niños desde su nacimiento hasta los 15 años.
¿QUÉ DESEA VER LA IGLESIA EN LOS NIÑOS DEL FUTURO?
Que sean miembros más activos. Que tengan valores espirituales firmes.
Que desarrollen una relación estrecha con Dios. Que
tengan una mayor participación en los programas regulares de la
iglesia. Que sean miembros capaces de mantener relaciones afectivas
duraderas. Que den testimonio al mundo de la felicidad que
produce el ser reconocido como hijos de Dios.
LOS DERECHOS DEL NIÑO Y LA NIÑA ADVENTISTA LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS ADVENTISTAS TIENEN DERECHO A:
Ser inducidos a aceptar a Cristo como su Salvador Personal Saber que el
sacrificio
que Jesús hizo en la cruz por la humanidad también los incluye.
Tomar parte activa en las actividades de la iglesia. Ser tratados como
hijos de Dios por parte de sus padres y las personas
involucradas en su educación. Vivir en un hogar donde sus
necesidades físicas, espirituales y emocionales sean satisfechas.
Oportunidades donde se les ayude a desarrollar sus dones y talentos.
Saber que son valiosos para Dios.
Conocer a Jesús como un amigo que se interesa por sus problemas y
está listo para brindarle ayuda. Experimentar el gozo del servicio
participando activamente en la proclamación del evangelio.
Adorar a Dios en espacios físicos que les provean bienestar general
de tal manera que puedan ser sensibles a la influencia del Espíritu
Santo.
Libertad para expresar sus deseos y ser tratados como personas
poseedoras de libre albedrio. Recibir enseñanza espiritual desde las
primeras etapas de su vida. Al amor incondicional por parte de
sus padres y lideres espirituales.
Directora: Janet Esteves |